El 20 de diciembre de 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 68/232 decidió designar el 5 de diciembre Día Mundial del Suelo y declarar 2015 Año Internacional de los Suelos.
Amenazas a las funciones del suelo
Acidificación del suelo
Disminución del pH del suelo debido a la acumulación de iones de H+ y Al3+ en el suelo, y la pérdida de cationes básicos tales como Ca2+, Mg2+, K+ y Na+.
Las principales causas de la acidificación del suelo son largos eventos de precipitación, drenaje de suelos potencialmente ácidos, deposición ácida, aplicación excesiva de fertilizantes a basa de amonio, deforestación y prácticas de uso del suelo quitando los restos de cosecha.
La acidez de la capa superior del suelo y del subsuelo (pH<5.5) afecta alrededor del 30% y 75% de la superficie global libre de hielo, respectivamente.
Se pueden desarrollar prácticas de gestión sostenible del suelo, como la incorporación de limo, para mejorar el pH del suelo, preservar las propiedades del suelo y regular la acidez del suelo.
Pérdida de biodiversidad del suelo
Declinación en la diversidad de organismos presentes en el suelo que afecta a múltiples funciones ecosistémicas, incluyendo diversidad vegetal, descomposición, retención y ciclo de nutrientes, salud animal y vegetal, secuestro de carbono orgánico y emisiones de gases de efecto invernadero.
El suelo alberga un cuarto de la biodiversidad del planeta.
Preservar e impulsar la biodiversidad del suelo es esencial para mejorar la salud del suelo, asegurando por tanto un sistema de producción alimenticia, una subsistencia rural mejorada y un medio ambiente sano.
Compactación del suelo
Incremento en densidad y disminución de macro-porosidad en el suelo que perjudica las funciones del mismo e impide la penetración de las raíces y el agua y el intercambio gaseoso.
La compactación del suelo puede reducir el rendimiento agrícola hasta un 60%. La mala gestión agrícola (80%) y el sobrepastoreo (16%) son las dos principales causas antrópicas de compactación.
4% de la superficie terrestre global se estima compactada.
El laboreo mínimo está entre las mejores opciones para reducir gastos del laboreo, conservar suelo y agua, incrementar los almacenes de carbono orgánico del suelo, y reducir las emisiones netas de CO2.
Desequilibrio de nutrientes
El mal uso y gestión de tierras puede resultar en exceso de nutrientes, causando la contaminación del suelo y contribuyendo al deterioro de la calidad del agua y la emisión de gases de efecto invernadero. Por otro lado, la falta de nutrientes puede dar lugar a baja fertilidad del suelo.
El incremento de materia orgánica del suelo puede impulsar la fertilidad del suelo y el equilibrio del sistema de nutrientes.
Mejoras en la eficiencia del uso de nutrientes pueden dar lugar a reducciones substanciales en el uso de insumos agrícolas, proporcionando beneficio directo al medio ambiente e incrementando la producción alimentaria.
Salinización y sodificación del suelo
Incremento de sales hidrosolubles en el suelo, incluyendo potasio, magnesio, calcio, cloruro, sulfato, carbonato y bicarbonato (salinización) o alto contenido en sodio (sodificación). Afecta negativamente al crecimiento vegetal, reduce los rendimientos agrícolas y puede hacer los suelos improductivos.
441 USD/ha es el coste anual de la degradación del territorio inducida por sales.
La amenaza de la salinidad del suelo puede controlarse por la lixiviación directa de sales, plantando variedades tolerantes a la sal, mejora química y/o uso de enmiendas orgánicas.
Sellado del suelo
Cobertura permanente de la superficie del suelo con material artificial impermeable, dando lugar a pérdida no reversible del suelo y la mayoría de sus servicios ecosistémicos.
Los principales impactos negativos sobre los servicios ecosistémicos son pérdidas de producción de alimento y fibra; pérdida significativa o total de retención de agua en el suelo; capacidad de neutralización y purificación reducida; y reducción de la capacidad de secuestro de carbono.
Mundialmente, 17ha de suelo son selladas cada minuto bajo la expansión de infraestructura.
Promoción de nuevas políticas que apoyan la protección/conservación de, especialmente, suelo aptos para la agricultura.
Pérdida de carbono orgánico del suelo (COS)
La pérdida de carbono orgánico almacenado en el suelo afecta a su fertilidad y capacidad de regulación del clima.
Aproximadamente 1.417 billones de toneladas de COS están almacenadas en el primer metro de suelo y alrededor de 2.500 billones de toneladas a dos metros de profundidad. La pérdida global de almacenamiento del COS desde 1.850 se estima en alrededor de 66 (± 12) billones de toneladas, principalmente debido al cambio en el uso del suelo.
Hay más carbono orgánico en el suelo que en la vegetación y la atmósfera combinadas.
La gestión sostenible del suelo promueve el secuestro de CO2, impulsa la salud del suelo y contribuye a alcanzar los ODS (SDGS), especialmente adaptación y mitigación del cambio climático.
Erosión del suelo
Eliminación del suelo superficial por agua, viento o labranza.
Cada año, se estima que entre 20 y 30 Gt (billón de toneladas) de suelo es erosionado por agua, 5Gt por laboreo y 2Gt por viento en tierra arable. Si la actual tendencia no cambia, se prevé que el potencial de producción total anual se reducirá en un 10% para 2.050.
La tasa media de erosión por viento, agua y laboreo se estima en 0.9mm por año.
Las tasas de erosión pueden reducirse mediante la implementación de técnicas de gestión y medidas estructurales adecuadas como construcción de terrazas y vías acuáticas.